En el cielo: las estrellas.
martes, 11 de agosto de 2009
A veces los sueños nos deslumbran no tanto por lo soñado sino por la claridad que tiene el sueño en si mismo, haciendo que cosas totalmente imposibles sean tan simples y reales que no sean resaltadas en el sueño sino al despertarnos. Éste sueño tiene mucho de eso.
El pastito del fondo de mi casa toma un verde muy intenso en verano, y dan ganas de acostarse sobre él y contemplar el mar.
Cuando estaba ahi tirado noté que en el horizonte comenzaba a asomarse la luna, la llamé a Malena que corría por el pasto y Joaquín miraba con Ale desde más atrás.
Se asomó de a poco; naranja primero, blanca, grande y radiante luego.
Rapidamente ganó el cielo y magicamente desapareció. Al hacerlo y llevarse su brillo y nuestra atención dejó ver todas las estrellas como sólo se pueden ver frente a nuetro mar.
Tirados sobre el pasto abrazaditos con Malena mirabamos como se movían y le indicaba que la más roja de todas era el planeta Marte.
A veces los sueños nos deslumbran tanto que no se los contamos a nadie hasta varias horas después de levantarnos, con la esperanza de que seguimos soñando quizas.