El reparto de Sueños en el Barrio de Flores
miércoles, 22 de abril de 2009
Dormir en el barrio de Flores es una experiencia notable. Todos sabemos que allí se sueñan cosas muy extrañas. Las causas de este fenómeno han sido examinadas por tratadistas de toda laya. Los meteorólogos, astrólogos y vendedores de elixires han creído explicar el asunto sosteniendo que los cuerpos celestes y los vientos cruzados ejercen fuertes influencias sobre las mentes soñadoras. Los medicos y sacamuelas insisten en que la culpa es del ruido provocado por los automóviles y las bandas de patoteros que noche a noche recorren la barriada tirándole piedras a la luna. Naturalmente, estas teorías no seducen a los hombres sensibles. Estos prefieren creer en la responsabilidad del Angel Gris. Y en realidad, apenas cabe dudar que el Angel reparte sueños desde el anochecer hasta el alba. Tiene una canasta llena. Allí hay sueños para todos. Sueños rosas para las ingenuas de la calle Artigas. Sueños blancos para los pibes y sueños rojos para los violentos. Hay sueños agujereados de despertares. Hay sueños sin sueños que son como una larga cinta negra. Y sueños usados para los que siempre sueñan lo mismo. Sueños frescos, sueños maduros. El Angel tiene sueños buenos y malos. Tiene uno uno tan terrible que si uno no despierta a tiempo, se muere. Tiene otro que dura cinco días y cinco noches. Y tiene un sueño tan corto como un suspiro: quien lo sueña, sueña que suspira. El Angel Gris elige sueños para cada uno de los que se atreven a dormir en Flores. Sin embargo, hay quienes se han atrevido a negar este hecho indiscutible. Me estoy refiriendo a los Refutadores de Leyendas, una abominable secta racionalista de Villa del Parque. Se trata de individuos terribles. Pasan la vida haciendose contar viejas historias y mitos para luego demostrar su falsedad. Alguien les dice:"En Flores hay un joven que vuela. Se llama Luciano." Ellos, en lugar de mirar al cielo, se ponen a razonar implacablemente. "Los hombres no vuelan. Luciano es un hombre. Luego, Luciano no vuela." Los Refutadores de Leyendas no se limitan a demostrar que el mundo es razonable y científico, sino que tambien lo desean así. (Este es seguramente su peor pecado). Los miembros de esta sociedad mantienen una constante polémica con los Hombres Sensibles de Flores y los hostilizan con teoremas perfectos y demostraciones olímpicas. Pero los Hombres Sensibles no creen en ninguna razón que no los haga llorar, y entonces hacen pedorreta a los Refutadores de Leyendas. Pero en tantos años de lucha, la labor refutadora a alcanzado algunos exitos. Los pibes de Flores (de modo especial los que viven de Rivadavia al norte) casi no creen en duendes, hadas, brujas, ogros y gnomos. Es el resultado de la incesante predica de los Refutadores en los recreos y a la salida de los colegios. Se sabe que algunos chicos son integrantes de la secta, con la oprobiosa anuencia de sus padres. Pero tambien es cierto que muchos ancianos renuncian a sus cargos: quien conoce a fondo los mecanismos de la razón, acaba por desconfiar de ella. Desde luego, los Refutadores de Leyendas no creen en el Angel Gris y -más aun- sostienen que no es cierto que se sueñe en Flores de un modo diferente. Durante mucho tiempo se ha realizado toda clase de experiencias para indagar la verdadera naturaleza de los sueños de Flores. Los Refutadores han dormido cientos de veces en el barrio y declaran que han soñado más o menos lo mismo que en Villa del Parque. Los Hombres sensibles piensan que es precisamente el ngel Gris que ha elegido para ellos sueños anodinos y vulgares, a modo de castigo. Manuel Mandeb, pensador del que conviene desconfiar, es autor de una monografía en la que se registran algunos sueños interesantes. Veamos: "Durante mucho tiempo, el poeta Julio C. Del Prete estuvo perseguido por el mismo sueño: se veía a sí mismo escribiendo un poema perfecto. Las palabras despertabn en el emociones indescriptibles. Pero Del Prete no recordaba el poema al despertar. Una noche tuvo la ocurrencia de acostarse con un lápiz y un papel. Cuando soñó la poesía hizo un esfuerzo colosal y despertó llorando. Medio dormido escribió las palabras que había soñado. A la mañana siguiente las leyó. De cualquier manera, nadie pudo enterarse jamás de la forma del poema perfecto: Del Prete se volvió loco y permaneció mudo hasta su muerte, ocurrida catorce días despues... "Todos los lunes, el profesor Galeano sueña que es martes. Los martes sueña que es miercoles; los miercoles, que es jueves y los jueves, que es viernes. Esto le provoca innumerables trastornos... "Todas las noches, cuando se acuesta, la señora de Pertot oye que tocan el timbre. Pero jamás alcanza a atender, porque un instante despues se duerme. No cabe duda: el que toca es el ngel Gris... "Cierta noche de 1970, Ricardo Salzman, el jugador de dados, soño con el número 18... Un rato más tarde -en otro sueño o en el mismo- se le presentó el número 41. Al día siguiente Sazman resolvió jugar todo cuanto tenía a los dos números. Pero, en el último instante, siguiendo una inspiración, jugó únicamente al 18. Salió el 89..." Manuel Mandeb cita mil ochocientos casos verdaderamente sugestivos. Pero hay que reconocer que despues de leer su monografía uno queda más fatigado que convencido. Los Hombres Sensibles dicen que el Angel Gris favorece con buenos sueños a sus protegidos y castiga con pesadillas a sus enemigos. Pero sucede que el Angel tiene ideas muy especiales acerca de lo que es deseable. El piensa -por ejemplo- que la melancolía es una gran cosa y que estar triste es maravilloso. Entonces les obsequia a sus sombríos favoritos nuevas lágrimas y pesadumbres cada noche. Por eso en Flores hay tantos muchahos tristes y tantas novias de tango. Un asunto que tambien se discute mucho es el recorrido que sigue el Angel Gris. Hay quienes afirman que comienza en Gasca y Gaona y que progresa hacia el Sudeste. Otros aseguran que el primer sueño lo entrega en Boyacá y Avellaneda, y el último -casi a las seis- en San Pedrito y Bilbao. Los Refutadores de Leyendas arguyen que la gente se duerme en Flores de un modo caótico y que este desorden demuestra la inexistencia del Angel. Cabe aclarar que la corriente más actualizada de Hombres Sensibles coincide con los Refutadores en que la gente empieza a soñar en cualquier momento, pero atribuye este hecho a los caprichos del Angel Gris, que -según parece- es un ángel negligente y hasta mugriento. No faltan en este apasionante caso las opiniones interesadas y envidiosas. Ciertos habitantes de Belgrano se han atrevido a comparar los sueños de ese barrio con los de Flores. Esto no resiste el más ligero análisis. Calquiera que halla dormido en las dos zonas puede certificar que los sueños que reparte el Fantasma de Belgrano no tienen gracia ninguna y algunos son vulgares copias de sueños ya inventados por el Angel Gris. La leyenda del Angel Gris de Flores asegura que, a medida que pase el tiempo, los sueños serán más largos y las vigilias más cortas. Hasta que llegará el día en que el barrio de Flores no hará otra cosa que dormir y soñar. Y los Hombres Sensibles soñarán que un Angel los acaricia con sus alas y los Refutadores de Leyendas soñaran que están despiertos y que los ángeles no existen.
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